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Los despidos se produjeron en fábricas que producían para marcas de primera línea que tenían los talleres emplazados en La Rioja y en Catamarca. Las ventas cayeron más de un 35% y arrastraron más de 300 puestos de trabajo.

El recorte de ventas y la consecuente caída de personal, se produce en medio de la fuerte recesión económica general.

El cierre afectó a tres plantas textiles. Una de ellas es Textilcom, una empresa porteña de 10 años de antigüedad, que tenía filiales en esas provincias desde hace un par de años. La otra es AlpaCladd, que tenía una nómina de 45 trabajadores riojanos.

En esas plantas se producían prendas para Grisino, Cristóbal Colón y Cheeky, debido a que por su capacidad y especialización realiza tareas de diseño, moldería, confección, estampado, bordado, apliques y terminación.

La Asociación Obrera Textil (AOT), informó que a los empleados les comunicaron de manera sorpresiva que se otorgaban descansos de 48 horas para lunes y martes. Como venían con atrasos en los pagos de sueldos, los operarios motnaron guardias por temor a que se llevaran las máquinas. Incluso, detectaron que hubo movimientos en horas de la noche y notificaron a la subsecretaría de Trabajo.

En La Rioja, en donde hubo 143 despidos, un delegado provincial del Sindicato de Obreros de la Industria del Vestido y Afines (SOIVA), informó que hicieron la denuncia para evitar un intento de extracción de máquinas y materiales. Esta empresa fabrica también para marcas como Cheeky, Mimo, Yagmour o Penguin.