Más de 5 mil personas participaron del evento que reunió bodegas, destinos turísticos y gastronomía regional. Se vendieron más de 1.300 pasaportes.
Durante el fin de semana se realizó en el Centro de Convenciones Domuyo una nueva edición de Patagonia del Vino, una propuesta que puso en valor la producción vitivinícola y gastronómica del norte patagónico.
La propuesta que apunta a consolidarse como un producto turístico estratégico recibió a cinco mil personas entre las dos jornadas del viernes y sábado con entrada libre y gratuita.
Uno de los ejes destacados de esta edición fue la entrega del Pasaporte a la Patagonia del Vino, una guía pensada para fomentar el enoturismo en la región. Se vendieron más de 1.300 pasaportes, lo que generó ingresos por encima de los 20 millones de pesos, sin contabilizar la venta directa de vinos que realizó cada bodega.
En paralelo, los espacios gastronómicos alcanzaron una facturación cercana a los 25 millones de pesos, consolidando al evento como una verdadera plataforma de promoción y comercialización para el sector.
La propuesta incluyó la participación de más de 15 bodegas de Neuquén y Río Negro, estaciones de cocina patagónica, charlas abiertas, maridajes, feria de productores, espectáculos musicales y experiencias especialmente diseñadas tanto para el público general como para profesionales del sector.
Durante el acto inaugural, el ministro de Turismo, Gustavo Fernández Capiet, destacó: “Esta segunda edición nació de lo que fue el Festival del Chef en Villa Pehuenia. Para nosotros, la Ruta del Vino es una construcción colectiva. En su momento dijimos que teníamos que sumar a Río Negro. El turista no divisa límites ni fronteras, y juntos tenemos una ruta mucho más integrada y diversa”.
Además, remarcó el valor del trabajo conjunto: “Nos pasa con otros productos, como la pesca en el río Limay o los dinosaurios en Villa El Chocón. Con Río Negro tenemos que trabajar de la mano en turismo, producción y generación de empleo. El vino es un producto noble que genera mucha mano de obra y que, unido a nuestra gastronomía, nos permite ofrecer algo realmente potente”.
“Es el momento de disfrutar, de probar todos nuestros vinos, de comprarle a nuestros bodegueros porque también es la forma de apoyarlos, de incentivarlos y de darles ánimo para seguir adelante”, concluyó Capiet.
Del acto inaugural participaron la subsecretaria de Turismo, Silvana Cerda, y el presidente de NeuquénTur, Sergio Sciacchitano, ambos a cargo de la organización del evento; y el secretario de Producción e Industria, Diego García Rambeaud.
Las bodegas participantes fueron Flor del Prado, Fincas del Limay, Cutral Co, Aicardi, Mabellini, Des de la Torre, Impasse, Patritti, Fin del Mundo, Familia Dellanzo, Familia Schroeder, Gérôme Marteau, Malma, Moschini, Puerta Oeste y Vieja Estación. Todas compartieron con el público sus mejores etiquetas y relataron la historia detrás de cada vino.
Además, estuvieron presentes los destinos turísticos de Villa Pehuenia, San Martín de los Andes, Senillosa, Plottier, Centenario, Villa La Angostura, Vista Alegre, Villa El Chocón y San Patricio del Chañar, fortaleciendo la vinculación entre la producción regional y el turismo.