En un movimiento que promete tener un impacto significativo en la salud pública, la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA) ha anunciado un cambio crucial en el valor considerado como presión arterial "normal". La nueva determinación establece que el tope debería ser 13/8 y no 14/9, una modificación que, según estimaciones, podría evitar un 15% de los infartos y Accidentes Cerebrovasculares (ACV) en la población.
Esta decisión, que no se actualizaba desde 2017, fue establecida en conjunto con la Sociedad Argentina de Cardiología y la Federación Argentina de Cardiología. Nicolás Renna, ex presidente de la SAHA, explicó a Clarín la relevancia de esta medida: "Los médicos pudieron establecer que una persona hipertensa no debería tener como presión normal 14/9, sino 13/8 y eso podría marcar un precedente en la salud pública."
El Desafío del Diagnóstico y Tratamiento
Sin embargo, los especialistas advierten que esta modificación, aunque significativa, solo será efectiva si la hipertensión está bien tratada y los pacientes correctamente diagnosticados. Aquí radica un problema alarmante: se estima que solo el 40% de los hipertensos sabe que lo es, y de este grupo, apenas el 5% recibe un tratamiento adecuado.
La hipertensión es una enfermedad silenciosa que no presenta síntomas claros hasta que sus consecuencias son drásticas, manifestándose a menudo en forma de ACV o infartos.
A esto se suma que muchos profesionales de la salud no consideran fundamental tomar la presión de sus pacientes en los controles rutinarios, con solo el 14% realizando esta práctica.
La magnitud del problema en Argentina es considerable, ya que se estima que el 40% de la población adulta, es decir, unos 15 millones de argentinos, padece hipertensión arterial, una cifra que supera la media mundial.
"De cada cinco hipertensos diagnosticados, solo uno está bien con su presión arterial", lamentó Renna. "Hay varias causas. No solo que no toman la pastilla. También puede ser que el médico no la haya pegado con la medicación y el paciente tenga un tratamiento subóptimo." Y sentenció: "Pero la conclusión es que hay cuatro de esos hipertensos que van a tener infarto, insuficiencia renal y ACV."
Hacia Valores Más Bajos: Un Impacto Directo en la Salud
El nuevo consenso de la SAHA es un paso fundamental para mejorar la calidad de vida de las personas hipertensas. "Una vez que uno ya es hipertenso, la presión tiene que ser más baja que 14/9. Hay que lograr valores menores a 13/8", enfatizó Renna. Este nuevo objetivo terapéutico busca reducir la carga de enfermedades cardiovasculares.
Renna explicó que la revisión de estos parámetros es un proceso continuo entre los especialistas, con el objetivo de mejorar las pautas farmacológicas, de control y de hábitos saludables. La última vez que se realizó un cambio de esta magnitud fue en 2017.
La conclusión a la que llegaron los expertos es contundente: si se logra bajar la presión a menos de 13/8 en los pacientes hipertensos, se reduce significativamente la incidencia de infartos y ACV, en un 15% y 18% respectivamente. Este nuevo valor normal se presenta como una herramienta clave en la lucha contra una de las principales causas de morbilidad y mortalidad en el país.