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A 48 años de la última dictadura cívico – militar, la Legislatura neuquina tuvo hoy una sesión especial en el marco del Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia. Lo hizo en cumplimiento de la resolución 916 -aprobada en el año 2016- que determina que al comienzo de cada nuevo período constitucional de gobierno, la Cámara deberá reunirse en sesión especial el día 24 de marzo para conmemorar a las víctimas del golpe de Estado que dio inicio a la última dictadura militar en 1976.

En el debate, hubo pronunciamientos a favor de la defensa de la democracia y de condena a la violencia, el terror y las violaciones de derechos humanos ocurridos durante la dictadura, como así también de relativismo sobre lo sucedido durante el terrorismo de Estado. Además, desde distintas bancas se hicieron reconocimientos y homenajes a la lucha y el accionar de los organismos de DDHH en la región.

En su intervención, el diputado Francisco Lépore (Avanzar) dijo que “democracia sí, dictadura no” es un pacto fundamental y remarcó que sostener la democracia “es un deber histórico” que no puede ser puesto en discusión. Señaló que no se puede permitir que los discursos de odio que circulan en la actualidad penetren en la sociedad y reivindicó a las organizaciones de DDHH en su trabajo a favor de la memoria, la verdad y la justicia.
Por el bloque de DC-Comunidad, la diputada Yamila Hermosilla calificó de “impensado e inexplicable lo sucedido”, en referencia a las desapariciones, torturas y detenciones. “El sólo hecho de pensar distinto en aquella época, llevaba a la muerte”, dijo la diputada tras un breve homenaje a los desaparecidos de la comarca petrolera. Su par de bloque, Zulma Reina pidió “tener memoria, sin odio y sin rencor” y recordó que gracias a la derogación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, se pudo juzgar a los militares responsables.

A su turno, Cesar Gass (JxC-Nqn) también se refirió a la “irracionalidad” de quienes ejecutaron el plan más oscuro y sangriento de la historia argentina tras hacer referencia a su vivencia personal de época. Se expresó a favor de “mirar la historia no con el espejo retrovisor, sino como pasó, sin claudicaciones ni rencores”.

Desde el MPN, la diputada Ludmila Gaitán aseguró que este 24 de marzo es un día “de resistencia” al contextualizarlo en un escenario de “odio, violencia y negacionismo”. Afirmó que hay un intento de “desmemoria y retroceso” y advirtió que durante la dictadura “también se hablaba mucho de libertad”.“No puede suceder que tengamos miedo de hablar o reivindicar ideales”, sostuvo al referirse a los valores logrados en estos 48 años de democracia. Su par de banca, Gabriel Álamo solicitó, además, “homenajear a quienes lucharon contra el régimen más oscuro” de la historia y, en ese marco, se refirió a las consecuencias que vivieron las comunidades originarias, cuyos territorios fueron objeto de despojos y reivindicó la memoria de Celestino Aigo de Aluminé, joven militante de los derechos del pueblo mapuche.

Por el FdT Nqn, la diputada Lorena Parrilli enfatizó que el golpe de Estado de 1976 contó con el apoyo de civiles, grupos económicos y medios de comunicación. Reivindicó las políticas de derechos humanos que llevaron adelante los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner, como así también las luchas de las abuelas, madres e hijos de desaparecidos. Señaló que hay similitudes entre el modelo económico actual y el del ‘76 que se caracterizó por la destrucción de la industria nacional, endeudamiento, congelamiento de los salarios y liberación de los precios. Su compañero de bloque, Darío Martínez, manifestó que hay una intención “clara y concreta” de poner en duda lo que ocurrió durante la dictadura y, en ese sentido, consideró importante cumplir con las “Jornadas Provinciales de la Memoria y la Reflexión” que dispone la ley provincial 2573 para el 24 de marzo de cada año y el día hábil inmediato anterior.

Finalmente, Gabriela Suppicich (PTS-FIT) reivindicó la labor de los organismos de DDHH en la región. Dijo que la memoria por los desaparecidos adquiere especial importancia “en el actual contexto del país, con ajuste y represión y un plan de guerra contra los trabajadores” por parte del gobierno nacional que difunde un discurso “negacionista” de la dictadura. Coincidió en remarcar el carácter civil que tuvo el golpe que no sólo fue militar y que se efectivizó gracias al apoyo del imperialismo, según señaló. “No olvidamos, no perdonamos, son 30 mil y fue un genocidio”, sintetizó la legisladora.

A su turno, desde Hacemos Neuquén, Alberto Bruno reivindicó la institución del Ejército “del general José de San Martín, no de aquel cuya dirigencia actuó en el ‘76”. Si bien mencionó “la violencia armada que reinaba en el país” por aquel entonces, aseguró que “jamás avalaría la metodología utilizada para reprimir esa guerrilla, bajo ningún contexto” y expresó que se trató de un plan “sistemático demencial” con atrocidades para la eliminación de personas, como lo fueron los vuelos de la muerte.

El diputado Marcelo Bermúdez (PRO-NCN) inició su intervención con la idea del escritor y filósofo francés Voltaire que sostiene que “a los vivos le debemos respeto y a los muertos, la verdad”. En esa línea, se pronunció a favor de “incorporar la verdad en lo que nos ha pasado” y pidió “salir un poco de las cuestiones personales que siempre son parciales” para reconstruir una historia que “nos incluye a todos”. Hizo una reconstrucción histórica de la época con alusión a la participación de los grupos ERP y Montoneros. En esa línea argumentativa, mencionó el decreto 2772 del Poder Ejecutivo Nacional firmado por Ítalo Luder, Carlos Ruckauf y Antonio Cafiero que habilitó la intervención de las Fuerzas Armadas para “aniquilar el accionar subversivo”, y recordó que tanto Juan Domingo Perón como Isabel Martínez de Perón las instruyeron en el mismo sentido. “Los falcon verde en la Argentina no los compró Videla, los compró el gobierno anterior. Lo que hicieron las Fuerzas Armadas fue ponerle una logística, una infraestructura y una barbarie que no se había visto antes”, planteó.
En ese sentido, aseguró que, previo al 24 de marzo, ya habían desaparecidos en el país y sostuvo que el Parque de la Memoria tiene 8860 y ninguna organización dijo que le faltan 22 mil nombres. “Esta es la historia, no es faltarle el respeto a nadie”, finalizó el legislador.