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El exgobernador de Tucumán y exsenador nacional por esa provincia, José Omar Alperovich, declaró este lunes ante el Tribunal Oral Criminal número 29 en el juicio de la causa que se le sigue por abuso sexual, y aseguró ser “inocente” de los cargos que se le imputan.

“Yo no abusé de nadie, eso es una mentira”, expresó el exmandatario provincial durante su declaración y aseguró que su presencia ante ese Tribunal obedece a una maniobra orquesta por el diputado nacional Carlos Cisneros, de la Asociación Bancaria en Tucumán.

“Vine ante usted porque quiero de alguna manera que usted se despeje las dudas, a disposición del señor fiscal, de las querellas. Hubo un móvil económico y un móvil político, la idea es que pueda dar la cara, y que esto se pueda esclarecer”, agregó Alperovich al brindarle declaración al juez Juan Ramos Padilla.

La denuncia
La denuncia contra el exfuncionario fue presentada en 2019 por su sobrina segunda y excolaboradora política por hechos de abuso sexual ocurridos durante 2017.

En la investigación intervinieron el fiscal Santiago Vismara y la Unidad Fiscal Especializada de Violencia contra las Mujeres (UFEM), cuya titular es Mariela Labozzetta.

En mayo del año pasado, al pedir la elevación a juicio, habían considerado que Alperovich debía responder por tres hechos de abuso sexual -dos de ellos cometidos en tentativa- y seis sucesos de violencia sexual agravada por haber sido con acceso carnal.

Varias personas declararon sobre el contexto en el que sucedieron los hechos y la forma en la que el imputado se manejaba con la víctima inclusive en el ámbito público.

“En todos los casos, mediando para su comisión intimidación, abuso de una relación de dependencia, de poder y de autoridad”, sostuvo el fiscal.

En la instrucción de esta causa constan informes médicos, peritajes y también actuó una Junta Médica.

Además, varias personas declararon sobre el contexto en el que sucedieron los hechos y la forma en la que el imputado se manejaba con la víctima inclusive en el ámbito público.

“Quedó comprobado cómo el imputado utilizando su fuerza física, ejerciendo abuso intimidatorio de poder y violencia de género, reducía bajo su dominio a la víctima, y la ponía como un mero objeto de satisfacción sexual, de cosificación, sometiéndola de forma violenta, ultrajante y degradante, haciéndolo por el transcurso de un poco más de tres meses”, precisaron los fiscales en el requerimiento de elevación a juicio. Explicaron luego que los primeros abusos ocurrieron a mediados de diciembre de 2017 y que persistieron hasta diciembre de 2018.

La defensa del exgobernador
En compañía de quien estuvo acompañado de sus cuatro hijos, el exgobernador tucumano se refirió al vínculo que mantenía con la mujer que lo acusa.

“Nunca le dije sobrina. Ni ella me dijo tío. Jamás. Ella quiere instalar que yo prostituía a la secretaria. Todo esto está armado. Hace cinco años que en la prensa me dicen violín”, aseguró Alperovich.

En ese sentido, apuntó: “Esto está armado para que tenga trascendencia en Buenos Aires. Está armado políticamente. Yo no tengo dudas de todo eso”.

Alperovich describió a la víctima como una mujer empoderada que “manejaba todo y era un gran cuadro político”.

“Si ella dijo que yo la abusé tantas veces, ¿por qué siguió trabajando? No lo entiendo. Todo esto es parte de una gran mentira”, remarcó.

Respecto cómo vive tras la denuncia, realizada por su sobrina que en aquel tiempo trabajaba como su secretaria, el ex gobernador manifestó que el caso le “cambió la vida”.

“Quizás a nadie le interesa esto, pero hechos de estas características le cambian la vida a uno. Soy un muerto en vida, gracias a Dios tengo a mi familia. Vengo a que se saquen todas las dudas”, sostuvo.