Sean Rooney, presidente de la compañía anglo-holandesa, señaló en diálogo con Télam que para atraer las inversiones es necesario "minimizar la incertidumbre para los próximos años".
Por Ignacio Ortiz
El presidente de Shell Argentina, Sean Rooney, destacó que "el compromiso por el desarrollo de Vaca Muerta se mantiene a largo plazo, más allá de las coyunturas", y señaló que para atraer las inversiones que requiere el desarrollo masivo de la formación neuquina es necesario "minimizar la incertidumbre para los próximos años".
En una entrevista con Télam, Rooney consideró que los dos aspectos más importantes a atender son "el acceso al mercado de divisas y a precios internacionales".
La compañía anglo-holandesa lleva invertidos unos US$ 1.000 millones en la formación neuquina, y acaba de poner en funcionamiento una nueva planta de procesamiento de petróleo y gas. "Con esta planta abrimos paso al desarrollo a gran escala de nuestros bloques", afirmó Rooney, al reafirmar que dar este salto en el contexto actual demuestra que "el compromiso por el desarrollo de Vaca Muerta se mantiene a largo plazo, más allá de las coyunturas".
Los siguientes son los tramos principales de la entrevista con Télam:
Télam: Shell acaba de inaugurar esta semana una nueva planta de procesamiento en Vaca Muerta ¿Qué les va a permitir en términos de producción para lo que resta del año y el próximo?
Sean Rooney: Esta planta es un hecho muy importante en la historia de Shell en la Argentina. Es un paso esencial hacia el desarrollo masivo de nuestros bloques de Sierras Blancas, Cruz de Lorena y Coirón Amargo Sur Oeste en Vaca Muerta. Concretamente, nos permitirá duplicar nuestra producción este año y estar cerca de triplicarla para el año próximo, llevándola de los 15.000 barriles actuales a 30.000 para fin de 2021 y 42.000 en 2022.
T: La compañía tiene en marcha un plan de inversiones por unos US$ 1.000 millones, ¿En qué etapa de ejecución se encuentra y cuáles son los objetivos pendientes de esos fondos?
S.R.: En los últimos años llevamos invertidos más de US$ 1.000 millones, alrededor de US$ 300 millones cada año. Esta inauguración es parte de la primera etapa del plan de desarrollo que anunciamos en diciembre de 2018. Esa primera fase implicaba ampliar la capacidad instalada de procesamiento de los 12.000 barriles de petróleo diarios que teníamos con la EPF (Early Processing Facility) en funcionamiento desde 2016 a los 42.000 barriles que alcanzamos con la CPF (Central Processing facility) que pusimos en marcha este mes, que es de 30.000 barriles. Además de eso, estamos perforando alrededor de 30 pozos por año y realizando otras obras de infraestructura. Pero estos bloques tienen el potencial de generar más de 70.000 barriles por día, agregando una nueva planta igual a la que acabamos de inaugurar. Esa es la próxima etapa, que dependerá de los resultados del activo y las condiciones de inversión en el país.
T: Ante un contexto internacional de precios y demanda en alza, ¿Cuáles son las condiciones locales que deben sumarse para avanzar en un desarrollo masivo de Vaca Muerta?
S.R.: Las condiciones locales deben hacer que las inversiones sean competitivas. Cuando en 2018 decidimos invertir, lo hicimos pensando en el largo plazo y los cambios de coyuntura no modificaron nuestra decisión. Pero esos cambios regulatorios generan incertidumbre y falta de previsibilidad. Eso pesa a la hora de decidir entre invertir en un activo u otro. Para poder atraer esas inversiones a Vaca Muerta es necesario minimizar esa incertidumbre para los próximos años, y eso se logra con previsibilidad en las condiciones de inversión.
T: ¿Cuál es su expectativa sobre el proyecto de ley de promoción de las inversiones hidrocarburíferas? ¿Qué puntos no puede dejar de atender la nueva ley para apuntalar la inversión en el sector?
S.R.: Los dos aspectos más importantes son el acceso al mercado de divisas y a precios internacionales. El acceso a divisas es fundamental para pagar deudas y servicios que son necesarias para el desarrollo de nuestra actividad. El otro elemento es que se permita la negociación libre de precios entre productores y refinerías, sin controles.
T: ¿Cómo compañía global, sigue siendo atractiva la formación no convencional para el inversor petrolero? ¿La incipiente transición energética obliga a acelerar los tiempos de desarrollo?
S.R.: Vaca Muerta es una formación excelente, similar o mejor a otras no convencionales en el mundo. Su geología es de las mejores y ofrece un potencial enorme, tanto en petróleo como fundamentalmente en gas, donde se pueden obtener muchos más recursos que los que el mercado doméstico necesita.
T: ¿La incipiente transición energética obliga a acelerar los tiempos de desarrollo? ¿Cómo analiza Shell el negocio del Gas en la formación neuquina?
S.R.: El gas es la energía de transición más importante y muchos países van a necesitar abastecerse en los próximos años para reemplazar energías de mayores emisiones de carbono. Ahí se abre una oportunidad de exportación para Argentina. Vaca Muerta puede alcanzar un crecimiento moderado, enfocado centralmente en el mercado local y con exportaciones ocasionales, o ser un desarrollo a gran escala, que asegure las necesidades domésticas, pero abra también un mercado de exportación de escala global para abastecer al mundo en su transición a las energías renovables. Eso demandará inversiones importantes, que dependerán de las condiciones que pueda ofrecer el país.