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Un hombre que había amenazado a su pareja, estuvo preso, recuperó la libertad y 4 años después la asesinó. Ocurrió el lunes en la noche en Córdoba. Según los primeros datos de la investigación, la víctima, Carmen Andrea Aguirre (38), le había pedido a su esposo, Matías Aragone (44), que dejara de beber, él hizo caso omiso y la atacó con un arma blanca frente a sus hijas de 9 y 11 años.

La mujer fue asesinada a puñaladas frente a sus hijas de 9 y 11 años en una casa en la localidad cordobesa de Salsipuedes por su marido, quien intentó suicidarse provocándose cortes en el cuerpo y, luego, quiso resistirse a la detención, por lo que los efectivos lo balearon; finalmente murió en un hospital local, informaron fuentes policiales.

El hecho ocurrió pasadas las 22 de este lunes en una casa situada en la calle Ameghino 58, de barrio El Bosque, en ese poblado de las Sierras Chicas, a unos 35 kilómetros al norte de la ciudad de Córdoba, y los investigadores determinaron que la víctima ya había denunciado a su marido por violencia de género en 2019, estuvo preso por ese hecho pero nunca se le había impuesto una restricción de acercamiento ya que la Justicia determinó que, como no tenía antecedentes, no existía riesgo para la mujer.

Se investiga si el fallecimiento del agresor fue por causa de los disparos de la Policía, o si se produjo por las heridas que se causó él mismo en el afán de quitarse la vida antes de que llegaran los efectivos, por lo cual la fiscal Liliana Copello, que investiga ese deceso, aguarda los resultados de la autopsia.

Las hijas de la víctima lograron salir de la escena y pidieron auxilio a los vecinos, que llamaron a la policía rápidamente, y al llegar los efectivos al lugar, el femicida intentó agredirlos, por lo que tuvieron que dispararle para controlarlo.

El agresor recibió al menos un tiro policial en una de sus piernas y tras agonizar toda la noche falleció en la mañana de este martes en el hospital Tránsito Cáceres de Allende.

Detalles de la causa
La causa por el femicidio recayó en la Fiscalía de Violencia Familiar y Violencia de Género, a cargo de Andrea Martin Artesi.

Tras el inicio de la investigación por el femicidio, se supo que Aragone había sido denunciado por Aguirre e imputado por el fiscal de Violencia de Género y Familiar, Pablo Camacho, por amenazas calificadas y violación de domicilio en Río Ceballos en 2019.

Por esa causa, el agresor estuvo detenido un tiempo y luego, sin embargo, recuperó la libertad, y aunque estaba pendiente un juicio en su contra por “violación de domicilio” y “amenazas calificadas”, no regía ninguna orden de restricción de acercamiento.

Camacho elevó la causa a juicio, pero la Cámara 7a. del Crimen envió el caso a la Oficina Centralizada de Violencia Familiar y sus integrantes consideraron que no era de juzgamiento prioritario porque el hombre no tenía antecedentes.

A su vez, el equipo técnico interdisciplinario consideró que “no existía riesgo” para Andrea Carmen Aguirre.

Por esta razón, el juicio no se llevó a cabo y la causa prescribió el 10 de febrero de este año.

Así lo explicó a Canal 12 el fiscal Camacho, que estaba a cargo de la investigación, y explicó que “no habiendo condenas anteriores, aún en el caso de que se hubiese hecho el juicio y condenado, la pena hubiese sido baja y de ejecución condicional por lo que habría estado en libertad igual”.