La formalización de las rupturas matrimoniales se duplicaron, pasando de 12.382 a 24.551 entre 2020 y 2021, de acuerdo a datos del Registro Provincial de las Personas.
Más de 24 mil divorcios se registraron en la provincia de Buenos Aires durante 2021, tras la cuarentena dispuesta para evitar contagios de coronavirus, lo que significa la tasa más alta de que se tenga registro en los últimos 15 años en el distrito con mayor población del país.
Justamente durante los dos años de pandemia la formalización de las rupturas matrimoniales se duplicaron, pasando de 12.382 a 24.551 entre 2020 y 2021, de acuerdo a datos del Registro Provincial de las Personas a los que accedió Télam en el marco del 35° aniversario de la Ley de Divorcio Vincular, que se sancionó y promulgó en Argentina en junio de 1987.
De acuerdo al registro informatizado del organismo, en los últimos quince años el número de divorcios en la provincia de Buenos Aires fueron: en 2019 un total de 13.318; en 2018, 11.940; en 2017, 15.422; en 2016, 14.897; en 2015, 15.798; en 2014, 15.968; en 2013, 13.586; en 2012, 14.835; en 2011, 10.542; en 2010, 17.522; en 2009, 14.146; en 2008, 15.983; y en 2007, 14.694.
En lo que va de 2022, en tanto, los divorcios ascienden a 9.486, lo que hace un total de 235.070 desde 2007.
"Los datos han sido bastante parejos en relación a los años, con excepción del 2021, que es el año pospandemia", analizaron desde el Registro de las Personas del Ministerio de Gobierno bonaerense.
Aclararon que no cuentan "con la información respecto a causales de divorcio o a qué puede responder el aumento del número, ya que los mismos son tramitados en los diversos juzgados y a este organismo llega solo el oficio con la sentencia de divorcio para realizar la inscripción".
Sin embargo, distintos actores de la Justicia consultados por esta agencia reflexionaron que tanto la crisis emocional, sanitaria y psicológica que generó en el mundo la pandemia, como la convivencia forzada las 24 horas del día, pueden haber deteriorado los vínculos de parejas.
"Sin dudas, el incremento debe tener que ver con la pandemia. Los números del juzgado también reflejaban esa suba", dijo a Télam la jueza de Familia de La Matanza, Maite Herrán, quien añadió que el incremento en las separaciones "puede tener que ver con el encierro".
En ese marco, sostuvo que "mucha de la vida del matrimonio quizá tenía que ver con la existencia de ese afuera, y en la convivencia con un encierro tan férreo de 2020, eso se hizo muy cuesta arriba sobre todo en lo relacionado a la división de las tareas del hogar, los zooms escolares, hacer la tarea y trabajar desde la casa".
En tanto, la titular del Juzgado de Familia N° 6 de la capital bonaerense, María del Rosario Rocca, evaluó no poder saber a ciencia cierta los motivos del incremento de los divorcios dado que en el proceso "ya no se invocan las causas".
No obstante, consideró que "pueden haber incidido varios temas, como el hecho de que en pandemia la inscripción registral se agilizó mucho a partir de lo digital y que en la cuarentena los juzgados de familia nunca se paralizaron y trabajaron normalmente".
Con todo, la jueza planteó que en los años 2020 y 2021 "hubo mucha violencia intergénero y hacia los niños, y mucho consumo problemático de alcohol y sustancias" y recalcó que "esa violencia familiar repercute en los divorcios".
Aumentó la violencia de género
En esa línea, la consejera del Juzgado de Familia Nº 6 de La Plata y docente de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la UNLP, María del Carmen Aleman, analizó que "el hecho de estar todos juntos aislados dentro del hogar durante la pandemia, no colaboró en todos los conflictos que ya teníamos socialmente en el marco de las familias".
Así, graficó que en ese período "también aumentaron los casos de violencia de género" y subrayó que "hay muchos cambios sociales, entre ellos el empoderamiento de las mujeres que también anima a nuevas formas de familia".
A la vez, la consejera puso de relieve que "a fuerza de pandemia, el Poder Judicial se tuvo que digitalizar 100%, lo que facilitó el acceso a la Justica" y contó que durante la cuarentena las personas, por teléfono o por vías telemáticas, podían acceder a una defensoría o a una abogada".
"Son todos factores que hicieron que aumenten los divorcios. Se mira como algo negativo esa suba, pero a veces es una forma de que se puede acceder a la Justicia. Ahora hay hasta notificaciones por WhatsApp", agregó.
"Durante 2020 muchas actividades se pusieron en stand by, pero nosotros seguimos trabajando, no paramos nunca. Pero es cierto que mucha gente tuvo problemas para acceder a la justicia, porque el abogado no atendía, o porque no había dinero para anotar esos divorcios y se inscribieron recién en 2021", expresó a Télam el magistrado Mauro Cerdá, titular del Juzgado de Familia N° 8.
Aseveró que "hay otras circunstancias: en 2021 empezamos a hacer las inscripciones de divorcios de manera directa en los juzgados y ese año el Registro también sacó mucho trabajo atrasado".
De todos modos, reconoció que "también pudo haber tenido implicancias que la gente se encontró cara a cara con su pareja 24x7, lo que sacó a la luz muchos problemas".
Cambios culturales
En esa línea, la abogada especialista en Derecho de Familia Ana Rosenfeld expuso que "la pandemia influyó en todo: hubo cambios culturales, sociales, económicos y del funcionamiento de lo que era una pareja" y añadió que "hubo mucha violencia y pelea cotidiana que terminó generando separaciones".
"Antes era levantarse, irse a laburar y volver a la noche para cenar y dormir. Esto de estar conviviendo todos las 24 horas generó un cambio en el ser humano, en el pensamiento y en los valores, e hizo que se pierda la tolerancia", manifestó.
Apuntó después que "no todos tuvieron la suerte de tener una economía estable, por lo que se generaron problemas de trabajo y dificultades económicas, lo que inevitablemente genera tensiones en la pareja" y pidió contemplar que "eso se suma a que los chicos no iban al colegio y muchas veces hay pocos ámbitos para hacer zoom de trabajo y escolares".
"Todo eso pudo haber generado un desequilibrio emocional en los cónyuges, que produjo un incremento de los divorcios", estimó Rosenfeld y resaltó: "Yo veo la vida privada de la gente y cada vez son más las consultas por divorcios o por finalización de concubinatos. Es impresionante, pasó la pandemia y dejó un boom".
Reflexionó que "más allá de que las parejas tienen fecha de vencimiento", en pandemia "hubo una movilización interna y se produjeron separaciones no sólo entre los jóvenes sino entre gente de mediana edad, que tiene hijos grandes y prefiere vivir solas antes que estar mal".
Finalmente, un estudio del Observatorio de la Facultad de Psicología de la UBA publicado en 2020 indica que la pandemia del coronavirus deterioró la relación de una de cada tres parejas, lo que ratifica las expresiones de los especialistas consultados.