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Silvana Romero, la nadadora neuquina de aguas frías que se sumergió en el Canal de Beagle nada menos que para recibir el invierno, se había propuesto el desafío de cruzar a nado el Estrecho de San Carlos que separa la Gran Malvina de la Isla Soledad, en el Atlántico Sur. Como en todas las odiseas, nadie mejor que la propia protagonista para escribir la crónica:

Imagen"Se intentó. La naturaleza nos dijo no. Nadamos en el Puerto de San Carlos. Pero al navegar hacia el estrecho el clima no nos permitió acercarnos a la otra isla, que era el punto de largada. La semana se presentaba así, y el miércoles era el día de "La ventana". Lo intentamos. No se pudo.

Para sobreponernos realizamos otros nados, en otras bahías.

El agua rondó entre los 9° y 11°. El cachiyuyo siempre presente y algún que otro animal que nos observaba desde la costa y desde mar adentro también.

Experiencia incomparable, transitar esos caminos, hoy pavimentados. Escuchar a la gente de la isla que también nos alentaba y esperaba con la pregunta "¿pudieron nadar hoy?".

Recorrer la historia... entender heridas, intentar que algunas cicatrices sean menos dolorosas.

El estrecho queda como "pendiente". Quizás en algún tiempo, no muy lejano, vuelva con más NAF que se sumen a esta inmensa e inolvidable locura".