Somos Télam
La escalada en el reciente conflicto entre Israel e Irán –dos viejos enemigos que sin embargo jamás se habían agredido militarmente- promete nuevos capítulos en los próximos días, luego de que el ultraortodoxo gobierno de Tel Aviv prometiera que no dejará sin respuesta el ataque de Teherán del último fin de semana. En Argentina, en tanto, crecen las críticas al presidente Javier Milei por jugarse en un apoyo rotundo a Israel –que ni EEUU adoptó con semejante efusividad- abandonando la histórica posición del país de no alineamiento en conflictos de terceros países.

La escalada del conflicto
Israel dijo en las últimas horas de este lunes que su país responderá al ataque de Irán del fin de semana, sin abundar en detalles sobre cuándo y cómo, mientras los líderes mundiales instaban a Tel Aviv a no tomar represalias, tratando de evitar una espiral de violencia en Medio Oriente.

Irán descargó cientos de drones, misiles balísticos y misiles de crucero contra Israel el sábado pasado en respuesta a un ataque contra su consulado en la capital de Siria, Damasco, atribuido a Israel y que mató a 12 personas, entre ellas dos altos generales persas.
Las acusaciones cruzadas entre israelíes e iraníes suponen una nueva y temida fase de la situación originada en Medio Oriente entre Israel y los islamistas palestinos de Hamas, que gobiernan el territorio de la Franja de Gaza, aniquilado por fuerzas militares israelíes luego de que los insurgentes realizaron el pasado 7 de octubre un extraordinario ataque en territorio de Israel que mató a unas 1.200 personas.

El pronunciamiento argentino
Mientras los líderes del mundo intentan apaciguar unas aguas demasiado agitadas para evitar un conflicto que ya se menciona en medios internacionales como la puerta a una nueva guerra mundial, en la Argentina no fueron pocas las expresiones de crítica hacia Milei por su declarado apoyo a Israel, una de las partes en conflicto.

Milei interrumpió una gira internacional que estaba realizando para volver de urgencia al país para encabezar una reunión de un llamado comité de crisis, habida cuenta de las nuevas amenazas cruzadas entre persas y hebreos.

La reunión de ese organismo se celebró el domingo por la noche y contó con la presencia del embajador isrelí en Argentina, Eyal Sela, una situación ciertamente inédita que no pasó desapercibida para diplomáticos, políticos de distintos sectores y medios de comunicación, aún los que se supone más cercanos al mandatario.

Milei sostuvo que el representante del gobierno de Tel Aviv sólo hizo una introducción sobre el reverdecer del conflicto en Medio Oriente, pero omitió decir que éste grabó un mensaje oficial y que la propia comunicación presidencial lo había hecho partícipe de la “reunión” celebrada en el primer piso de la sede gubernamental, según apuntó el diario Clarín.

Es más, el diplomático israelí participó de una presentación ante la prensa esa misma noche junto con el vocero presidencial, Manuel Adorni, una situación que no estaría confirmando la versión presidencial.

Las críticas
De inmediato surgieron diversas críticas al Presidente por la temeridad que supondría su alineamiento con Israel, que en la práctica pondría a la Argentina expuesta a recibir algún tipo de ataque de los enemigos de Tel Aviv, cosa que ya ocurrió en los años 90 con los atentados a la embajada israelí y a la mutual AMIA.

Si bien el mandatario dijo en reiteradas oportunidades que eso no es así, porque como el mundo está tan convulsionado todos los ataques son posibles, la catarata de críticas se hizo escuchar y una de las más notorias fue la del exembajador en China durante el macrismo Diego Guelar, quien aquilata una extensa trayectoria diplomática en la cual también ocupó en dos ocasiones el cargo de embajador en EEUU.

“No hay motivos” para adoptar la posición proisraelí, dijo Guelar, quien recordó que “en términos de política histórica, la Argentina ha reconocido la embajada palestina” de igual manera que la de Israel, por lo cual debería mantener “el mensaje de paz, y la perspectiva de negociación de los dos Estados” en Jerusalén.

“Hoy hay guerra abierta entre Irán e Israel, es una guerra declarada“, lamentó Guelar, y puntualizó que el conflicto puede arrastrar a uno o los dos contendientes a usar armas nucleares. “No sabemos si Irán las tiene, pero Israel sí”, afirmó.

El expresidente Alberto Fernández se sumó a la polémica y dijo en sus redes sociales que la Argentina “debe condenar el ataque de Irán sobre Israel”.

Sin embargo, añadió a continuación: “El presidente debe comprender que es imperioso que Argentina promueva el cese del fuego y abogue firmemente por la paz, en especial en aquella región del mundo. Es crucial que exijamos una solución pacífica, respetando el multilateralismo, una herramienta clave para la resolución de conflictos globales. La guerra no es el camino para dirimir los diferendos que se plantean”.

El excandidato presidencial y referente del Frente Patria Grande, Juan Grabois, también criticó la postura de Milei y advirtió sobre el peligro de “traer la guerra entre potencias a nuestra tierra”.
“Milei sigue poniendo sus propios prejuicios ideológicos y afinidades personales por encima del interés nacional. No queremos que nos traigan guerra entre potencias a nuestra tierra. Ya bastante tenemos con la miseria planificada”, dijo.
El diputado Gabriel Solano, del Frente de Izquierda, apuntó que “la sobreactuación de Milei es peligrosa. Quiere alinear a Argentina en una guerra del imperialismo y de Israel contra Palestina y los países de Medio Oriente”.
Por último, la Asociación Argentina de Juristas cargó también contra el Presidente por “tergiversar gravemente la realidad” al pronunciarse sólo por el derecho a la defensa de Israel sin contabilizar la agresión del 1 de abril contra el consulado iraní en Siria, y también rebatió a Milei por decir que el reciente fallo de la Cámara de Casación en la causa por el encubrimiento del atentado a la AMIA “determinó que los atentados contra la Embajada de Israel y la AMIA en nuestro país fueron perpetrados por Hezbollah, bajo el auspicio de organizaciones estatales iraníes”.
“En modo alguno la sentencia dictada por la Sala II de la Cámara Federal de Casación Penal el 11 de abril incluye en su resolución la imputación a la que refiere el presidente de la Nación. Se trata únicamente de una opinión vertida en el marco del voto de uno de los camaristas que no configura la atribución concreta que el proceso penal requiere”, aclaró la asociación.