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Como se informó, las nuevas tarifas eléctricas están vigentes desde el mes de febrero y significarán subas de entre 49 y 60% sobre las facturas que se abonarán en abril próximo, incluyendo las de jubilados y en comercios de 122%. La suba de las facturas de gas pero parece que se postergan para el mes de abril y habrá algo de alivio dado que no se sumarán ambos tarifazos.

Como se informó, las compañías reguladas pidieron en enero obtener una actualización superior al 500% en sus márgenes -Valor Agregado de Distribución, VAD-. Y, en paralelo, el Estado nacional anunció la decisión de bajar los subsidios al precio del gas, ya que los usuarios pagaban en diciembre apenas un sexto del costo de abastecimiento: 70 centavos de dólar por millón de BTU sobre US$ 4,10. Si se combinaran ambos efectos, el aumento de las tarifas podría llegar hasta el 743%, según proyecciones de consultoras privadas.

En estos días, el Gobierno está terminando de definir y valorizar la Canasta Básica Energética (CBE) que contiene los consumos "razonables" según cada hogar -composición de integrantes, región, época del año-. Los técnicos son sumamente cautelosos en cómo aplicar la eliminación de subsidios a millones de hogares, porque el temor es que la Corte Suprema de Justicia vuelva a trabar el nudo del programa económico -como en 2016 a Mauricio Macri- y obligue a retrotraer los incrementos y dotar de "gradualismo" al plan.

Por ahora, no hubo otras precisiones y el gobierno parece avanzar a postergar la resolución sobre los aumentos que se esperaba para esta semana en búsqueda de poder mostrar en marzo, un menor índice de inflación.